Noticia03/03/2021

La cooperativa Ropa Amiga recoge más de 11.300 toneladas de ropa durante el 2020 en Cataluña

El valor diferencial del proyecto es que en cada una de estas fases trabajan personas que se encuentran en riesgo de exclusión social.

 

La cooperativa Ropa Amiga ha recogido 11.357.263 kilos de ropa en Cataluña a través de los 2.296 contenedores naranjas y puntos de recogida Ropa Amiga repartidos los 445 municipios y empresas colaboradoras.

La gestión de este residuo durante 2020 evitó la emisión de un total de 41.878 toneladas de CO2 a la atmósfera, pero el valor del proyecto textil de Ropa Amiga va más allá: el gesto de depositar la ropa en los contenedores naranjas ha permitido generar un total de 284 puestos de trabajo, 184 de los cuales provienen de itinerarios de inserción destinados a personas en situación de vulnerabilidad social. En un momento en que la situación económica y sociosanitaria acaecida por la pandemia ha agravado las circunstancias de los colectivos con más riesgo, las entidades que conforman la cooperativa han seguido apoyando a los trabajadores en itinerario de inserción. Un hecho que remarca la importancia de las entidades sociales como herramienta clave para hacer frente a esta nueva situación social y ambiental.

La Cooperativa Ropa Amiga, formada por siete empresas de inserción ADAD-encanto, Trastos, Migajas, Formación y Trabajo, Recibaix, Solidança Trabajo y Hallazgos; es la encargada de la administración de los contenedores y la recogida de ropa usada. Tras la recogida, la ropa se lleva a las plantas de tratamiento textiles donde pasa por un proceso de selección y clasificación en función del estado y la tipología de las piezas, para su posterior reutilización y reciclaje.

El valor diferencial del proyecto es que en cada una de estas fases trabajan personas que se encuentran en riesgo de exclusión social; personas que dentro de su itinerario sociolaboral tienen la oportunidad de acceder a un trabajo. Los contratos de inserción son contratos estables (mínimo de 6 meses), regulados a través de la Ley de Empresas de Inserción, que permiten a la persona recuperar o adquirir hábitos laborales y especializarse en un oficio para acceder a un sitio de trabajo en el mercado ordinario. Una vez el trabajador / a da el salto a la empresa ordinaria, su lugar de trabajo es ocupado por otra persona en situación de vulnerabilidad que inicia un nuevo itinerario de inserción.

En cuanto al tratamiento textil, aproximadamente el 50% del material recogido se prepara para su reutilización. Un 45% se prepara para su reciclaje a nuevas fibras. Y el 5% restante se utiliza en proyectos de cogeneración eléctrica y calorífica. Este proyecto sigue un modelo de economía circular y sostenible en el tiempo que genera un doble impacto: social, ya que genera puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social; y ambiental, ya que convierte el residuo en un recurso a través de la reutilización y se evita la generación de emisiones de CO2 al medio ambiente.

La ropa recogida que se puede reutilizar se gestiona para su posterior distribución. Esta se puede destinar a personas provenientes de los Servicios Sociales, así como para la comercialización en las tiendas de segunda mano promovidas por las entidades de Ropa Amiga, donde se ofrece a precios asequibles para fomentar la reutilización y el consumo responsable.