Noticia09/07/2024

Cáritas atiende a casi un cuarto de millón de personas en toda Cataluña

Esta mañana, en la sede de Cáritas Diocesana de Urgell, ha tenido lugar la rueda de prensa de presentación de la Memoria 2023 de las Cáritas diocesanas con sede en Cataluña. En la misma han participado: Mn. Josep M. Mauri, vicario general del Obispado de Urgell, en representación del arzobispo Mons. Joan-Enric Vives; Francesc Roig, presidente de Càritas Catalunya; Josep Casanova, vicepresidente de Cáritas Cataluña y director de Cáritas Diocesana de Urgell; y Marta Fortuny, coordinadora del Ámbito Social de Cáritas Cataluña y vicedirectora de Cáritas Diocesana de Urgell.

Mn. Josep M. Mauri ha abierto el acto trasladando un saludo cordial del arzobispo Vives y ha comentado que Cáritas es un referente para nuestra sociedad. Está presente porque es Iglesia, es la Iglesia incansable que ayuda a los más vulnerables.

El vicario general del Obispado de Urgell ha comentado que, «a través de la Memoria de Cáritas Cataluña 2023 nos podemos hacer una idea del gran trabajo que hacemos, nada fácil pero agradecida. Con este esmerado documento queremos rendir cuentas ante nuestros colaboradores, las administraciones públicas y otros agentes sociales, y, en definitiva, ante el conjunto de la ciudadanía de Cataluña».

Para mossèn Mauri, «aunque algunos datos macroeconómicos positivos nos pueden hacer pensar que hemos superado las dos últimas crisis (la sanitaria y la económica), debemos preguntarnos si ya estamos al final del túnel, si ya aliviamos la salida, la luz. Quizás estos datos son un espejismo que reflejan una mejora sólo para una parte de la sociedad, ya que más de dos millones de personas en Cataluña siguen viviendo prácticamente en situación de exclusión social

Finalmente, mossèn Mauri ha hecho hincapié en que, «ante este panorama, hay visiones pesimistas e, incluso, apocalípticas, pero para los cristianos es ahora cuando más tenemos que vivir con esperanza. Es más, estamos llamados a ser portadores de la esperanza«.

Acto seguido, Josep Casanova, vicepresidente de Cáritas Cataluña y director de Cáritas Diocesana de Urgell que, siguiendo las ideas expuestas por Mn. Josep M. Mauri, ha manifestado que «este no es el futuro que queremos ni imaginamos para el cerca de un cuarto de millón de personas a las que Cáritas ayuda por toda Cataluña. Además, hay corrientes ideológicas que piensan que «el mercado todo lo resolverá», lo que niega las evidencias reales de los empobrecidos.»

Según Josep Casanova, «en este último año 2023 hemos hecho mucho énfasis en la inserción sociolaboral, haciendo una apuesta clara por la economía social. Así, desde el Programa de Inserción Sociolaboral se han llevado a cabo 187 proyectos para la inserción sociolaboral y la economía social, con más de 12.740 participantes y una inversión de 6,7 millones de euros».

Por otro lado, Casanova ha explicado que Cáritas en Cataluña dispone de diez empresas de inserción sociolaboral (EIS) que han dado trabajo, en 2023, a 1.217 personas, con un volumen de gestión de 42,8 millones de euros. Una de estas diez empresas es precisamente el Grupo Grapados de Cáritas Diocesana de Urgell.

A continuación, ha tomado la palabra Marta Fortuny, coordinadora del Ámbito Social de Cáritas Cataluña, que ha contextualizado la actuación de Cáritas en el territorio catalán. Para Marta Fortuny «en el año 2023 se ha caracterizado por una desigualdad persistente, graves problemas de acceso a la vivienda, una elevada precariedad laboral y la transmisión intergeneracional de la pobreza, que afecta especialmente a los niños en hogares vulnerables».

En este contexto de necesidades crecientes, las 10 Cáritas diocesanas con sede en Cataluña han acompañado a 99.535 hogares donde viven 245.665 personas, una cifra ligeramente inferior a la del año anterior (-1 %). Prácticamente la totalidad de los hogares atendidos (94 %) se encuentran en situación de pobreza relativa, y el 79 % en situación de pobreza grave. En más de la mitad de estos hogares (54 %) hay niños y adolescentes, y un 17 % del total de hogares no tienen ningún ingreso.

Los datos de Cáritas Cataluña muestran que la pobreza sigue teniendo rostro de mujer y, cada vez más, de niños. Según Fortuny, «más de la mitad de las personas atendidas son adultas (58 %), el 18 % son niños y adolescentes, el 16 % son jóvenes de 18 a 29 años y el 8 % son personas de 65 años o más. También se van dibujando una pobreza y una exclusión con un rostro cada vez más joven».

Afianzando las ideas expuestas por Josep Casanova, la coordinadora del Ámbito Social de Cáritas Cataluña, ha comentado con preocupación que «el 50 % de los hogares atendidos no viven en viviendas dignas, incluyendo el relámpago de habitaciones (21 %), con un aumento de tres puntos porcentuales», hecho éste que se ve agravado porque «el 46 % de las personas atendidas se encuentra en situación de desempleo., lo que refleja la estrecha relación entre desempleo y exclusión social. El 22 % de las personas atendidas tienen un trabajo precario que no les permite cubrir las necesidades básicas».

La parcialidad involuntaria, la elevada temporalidad y las condiciones abusivas de trabajar sin contrato son las principales fuentes de precariedad laboral, y afectan especialmente a las mujeres, a los jóvenes y a las personas en situación administrativa irregular, ha concluido Marta Fortuny.

«El futuro es incierto y preocupante» – ha expresado Fortuny – sobre todo porque «tenemos un escudo social que no protege, tal como lo demuestra el hecho de que de las personas atendidas por Cáritas en Cataluña solo el 9,8 % son perceptores o bien del Ingreso Mínimo Vital o de la Renta Garantizada de Ciudadanía«.

Finalmente, Francesc Roig, presidente de Cáritas Cataluña ha hecho hincapié en que a Cáritas nos preocupan una serie de derechos conculcados: el derecho a la buena administración y a la protección social; el acceso y el mantenimiento de la vivienda digna; la dignificación de las personas sin hogar y en situación de exclusión residencial; la actualización de la Cartera de Servicios de la Generalidad de Cataluña; la modificación de la Ley de la renta garantizada de ciudadanía (RGC) y el traspaso del ingreso mínimo vital (IMV) del Gobierno central a la Generalitat; la disposición de planes de empleo flexibles y que permitan la regularización; la agilización de la emisión de todos los informes de extranjería y la mejora de los trámites; la protección efectiva de la infancia en situación de exclusión social, o la garantía del derecho a la alimentación, entre otros.